BDS extended for virtual learning (BDSx), como estrategia institucional, puso en valor una preparación de años en el desarrollo del aprendizaje virtual y así se pudo afrontar una coyuntura inédita. La idea es tomar conciencia juntos de cuánto se logró bajo el paraguas conceptual y filosófico que dio origen a la implementación llamada BDSx. Al mismo tiempo, como todo es un continuum, tenemos que pensar en qué viene después a lo largo del camino de la innovación y de la mano de la inteligencia artificial aplicada al aprendizaje.

Vamos por partes: “So the end is where we start from” (T. S. Eliot)

BDSx supuso poner en relieve algunas premisas irrenunciables propias del enfoque pedagógico centrado en el alumno o learner centred: el vínculo afectivo, la reflexión metacognitiva, la producción personal (voice & choice) del alumno, la construcción del aprendizaje en cada uno, el seguimiento personalizado, la evaluación en el proceso y la autonomía para aprender. 

Si bien el 2020 nos había dejado la certeza de que la continuidad pedagógica en la virtualidad plena había sido posible, sin que por ello se dejaran expectativas de logro académico de lado, sabíamos que el 2021 sería un nuevo desafío. Fue necesario enfrentar la “nueva normalidad” de barbijos, burbujas, distancia social y cierres preventivos de grados con una mente abierta y decidida para reconstruir una y otra vez una propuesta educativa que fuera a buscar a los niños donde estaban. 

Podemos decir que, durante el 2021, se persiguió la estrategia pedagógica de poner en valor los aprendizajes del 2020, recuperar y potenciar habilidades poco ejercitadas dentro del medio digital pleno del año anterior, y tejer una nueva trama de enseñanza con los objetivos prioritarios de aprendizaje propios del año. Es decir, que se fue a buscar al alumno donde se encontraba, con las situaciones de aprendizaje que logró recorrer y la trayectoria realizada.

El 2021 fue volver a empezar una y otra vez, cíclicamente, en muchos sentidos. Cada decisión de planificación, de recuperación de espacios y rutinas era un hito enorme en sí mismo, y con el correr del año se enlazaron incrementalmente cada uno como un eslabón en un todo mayor. 

Fue fundamental el ejercicio del liderazgo del Equipo de Coordinación, de cuerpo presente, por su  apoyo y guía permanentes, y la presencia del Centro de Orientación que ha dado soporte a docentes, familias y niños. Dicho escenario fue la oportunidad para ver surgir el liderazgo en el  interior de los equipos docentes y cómo aportaban relevos dinámicos cuando las circunstancias lo requerían. 

BDSx en Primary se adaptó, desde lo estrictamente técnico-académico al modelo de virtualidad necesario para la escuela híbrida. Su construcción surgió de preguntarnos cómo debía ser el aula virtual de cada área y de cada docente, cómo renovar los contenidos y con qué frecuencia, qué herramientas y recursos utilizar en los momentos presenciales y en los virtuales sincrónicos y asincrónicos, cuál debía ser la disponibilidad y estilo de la comunicación con alumnos y padres. Todo esto en  un nuevo ambiente escolar, distinto al que estábamos acostumbrados, con una presencialidad creciente a medida que los protocolos sanitarios lo permitieron. 

La gran pregunta: la evaluación

¿Cómo vamos a saber que nuestros alumnos aprenden? La respuesta estaba en evaluar  las habilidades y poder medirlas en la trayectoria individual de cada uno.

Algunos tips que nos guiaron en el camino de la evaluación fueron:

  • No olvidar que creemos en el “aprender a aprender” y la autonomía del aprendiz como base de todo. En este marco, el aprendizaje colaborativo potencia los logros individuales. 
  • Planificar por competencias con habilidades bien definidas en una progresión de los alcances esperados en cada grado y, desde allí, pensar en la relevancia de los contenidos. ¿Cuáles? ¿Por qué? ¿Qué habilidades apoyan? Nada se hace por el simple hecho de hacerlo.
  • Ayudar a restablecer rutinas, secuencia de eventos, comunicaciones periódicas, no para volverlos rígidos sino para ordenar y dar previsibilidad en un ambiente extremadamente cambiante y ajeno a lo que sabíamos que era la escuela. 
  • Hacer visibles los logros y los avances de todos. 

Cada uno de nosotros fuimos co-creadores de un nuevo modelo híbrido de escuela.  BDSx fue  una construcción dinámica de virtualidad extendida, de la que todos nos sentimos co-autores, y la creatividad e ingenio de cada uno generaron una contribución única, sentando nuevas bases para el futuro.

La virtualidad como ecosistema de aprendizaje continuará en pleno cambio, y como decía al inicio, debemos poner la mirada en lo que vendrá. Allí está la inteligencia artificial como nuevo actor en los procesos de enseñanza y aprendizaje, una virtualidad ampliada que colocará al docente en un rol distinto, pero que ya intuimos en el BDS hace tiempo.

“What we call the beginning is often the end

And to make an end is to make a beginning.

The end is where we start from…”

T.S. Eliot

Lic. Andrea Pelliccia

BDS Primary Headmistress